domingo, 27 de noviembre de 2016

27-11

Un día fui valiente, me lancé de lleno a la piscina, con todas las consecuencias, confíe en confiar y que confiaran.
Fue un error.
Empecé a sentir miedo, palabra que desconocía su significado, y que ahora me acompaña siempre dónde voy.
Fui destrozada y destrocé.
Ahora me limito a acabar conmigo misma, poco a poco, día tras día.
Siempre he pensado que mi inocencia de hace un par de años ha sido un gran problema, es algo de lo que todo el mundo puede aprovecharse. Y así hicieron.
Creía que tenía muchas cosas buenas, no me consideraba una persona a la que se le podría odiar, me quería, me quería por encima de todo y todos, y tenía una seguridad que abrumaba.
Poco a poco, de todo eso, me hicieron cambiar de idea, y mis virtudes se convirtieron en defectos.
Que mala inversión.
Después de un gran tiempo, recapacité, y saqué algo bueno en claro, y es que todo los golpes que he recibido me han hecho crecer como persona.
También he sacado algo malo, y es que ya no puedo volver a ser esa niña inocente que tanto se quería.
El tiempo sigue pasando,
espero que pueda ir mejorando.

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